Javier y Manuel Barrionuevo viven en Añatuya, un pueblo del sur santiagueño, donde su madre los dio en adopción cuando apenas tenían tres meses. Nunca más supieron de ella. Desde hace tiempo la buscaban por todas partes hasta que consiguieron ubicarla por medio de Facebook.
“Durante años he pensado en ellos, pero temía que me pudieran rechazar”, explicó María Celia Piñero. El padre de los gemelos la abandonó antes de que ellos nacieran. Hoy tiene 62 años y 13 hijos aunque estuvo casi siempre sola. Trabaja como mucama en un hospital de San Miguel.
Javier y Manuel no le recriminaron nada. Al contrario: entendieron que ella no podía criarlos. Fue la aridez de la vida lo que los separó. Toda la búsqueda fue un acto de amor. Sus padres adoptivos y el pueblo mismo los ayudaron a encontrarla.
Hay otras historias que también pasan por la Web. La de Juanita Viale y Martín Lousteau es una de ellas. Fueron filmados y besándose en el auto de ella, que está casada y embarazada. Es difícil encontrar una justificación para eso. “Fui yo la que cometí el error y soy absolutamente consciente de la magnitud de los hechos”, dijo por Twitter. Pudo haber hecho mutis por el foro pero prefirió dar la cara (Ver: Juana Viale: “Fui yo la que cometió el error”).
Otra frase que ayer metió ruido por Twitter fue una de Aníbal Fernández: “Es un pobre gil que se cagó en la amistad de Néstor”, dijo sobre Alberto, que lo precedió en este mismo gobierno como jefe de Gabinete.
Por lo menos formalmente, Aníbal coordina a todos los ministros. En cualquier país normal alguien con semejante cargo que diga una barbaridad así de grande duraría menos que un suspiro. Pero Aníbal cree que de esta manera podrá mantenerse a flote dentro del poder. Aunque eso signifique expresar lo peor de la política.
